Han pasado veintitantos años desde el primer FIFA, -sin numeración y de apellido International Soccer-, que jugué en mi vetusta Game Boy. Aquel juego, para la portátil de Nintendo, era un despropósito en cuanto a jugabilidad, jamás le encontré sentido a su sistema de pases y tiros.
No volví a echar una partida al FIFA hasta la edición del 96. Concretamente, FIFA 96 para Mega Drive. A éste se le veían maneras y, con mis amigos, quemamos un verano jugando al FIFA. Su jugabilidad, de estilo arcade, enganchaba y los sacos de goles eran el leitmotiv de cada partido.
Al inicio de 1998, llegó a mi vida la Playstation original. Y meses después, pude comprar una copia de FIFA: Rumbo al Mundial 98, posiblemente y en contexto, el mejor juego de esta serie futbolística. Con el gran Raúl como imagen principal, y un modo de juego similar al fútbol sala, único en la saga, y que canibalizaría la apuesta por el fútbol 11 de esta entrega.
Al siguiente año, FIFA 99 fue una versión continuista. Denotó cierta pasividad ante la otra gran saga futbolística, que apostaba fuerte por la simulación demandada por el jugador medio del momento, que se alejaba de las mecánicas arcade del juego de Electronic Arts. El gran juego de fútbol de los siguiente diez años fue International Superstar Soccer (ISS), renombrado en años posteriores a ISS Pro y, finalmente, Pro Evolutions Soccer (PES).
Después de unos años siendo un juego de fútbol segundón, apareció FIFA 09. Aquel juego arcade de los inicios, comenzó a dar paso a una simulación futbolística que se acercaba a la propuesta de PES. Se apostó por incluir nuevos modos de juego, -como FIFA Ultimate Team, el modo carrera o los partidos online-, que a la postre, se han convertido en la esencia de la saga.
Con las últimas entregas de la franquicia se ha visto como su sistema de simulación ha quedado con unas bases jugables asentadas. Dando paso, en cada nueva versión hasta llegar a FIFA 16, a las actualizaciones de rigor de las plantillas, mejoras gráficas y ajustes en el sistema juego.
FIFA 17, ha sido presentado en el E3 2016, tiene pinta de ser un punto y aparte en cuanto al modo en que jugamos a los videojuegos de fútbol. La nueva entrega traerá un novedoso modo historia que, a más de uno, les sonará de otras franquicias deportivas o de algún juego de coches.
Lejos de ser un modo carrera en el que evolucionas a un jugador, aquí hay trama. Las decisiones que tomemos fuera de la cancha afectarán, al desarrollo del juego, tanto como marcar un gol. Y es que, desde el FIFA Soccer original, el jugador ha evolucionado y cada vez exige experiencias más completas e inmersivas. En 2016 no queremos jugar al fútbol en un videojuego, queremos sentirnos futbolistas.
A grandes rasgos, en el modo historia encarnaremos a una promesa, ficticia, de la Premier League, -Por el trailer parece que seremos un jugador del Manchester United-. Su nombre, Alexandre Hunter. Para llevarlo a lo más alto del universo futbolero, tendremos que gestionar la vida de un deportista de élite, incluyendo; viajes, negociación de contratos o relaciones con nuestros compañeros, entrenadores, amigos o prensa. Además de cumplir una serie de objetivos en cada partido que hagan que nuestro entorno confié en nuestras posibilidades de ser una estrella del fútbol.
Si el desarrollo de la narrativa, del modo historia, deja libertad de decisión al jugador y consigue ser algo más que un puñado de cinemáticas para adornar, podemos estar ante el mejor FIFA de todos los tiempos.