Cada uno tiene sus prioridades. Por encima de mi empresa, está mi familia.
Yoné. 24 de enero de 2013
Invierno de dos mil doce. Una época dura en mi vida. Ingredientes no faltaban; sin un duro en el bolsillo, una etapa profesional que había que cerrar de manera inminente y muchas dudas sobre mi futuro.
El siguiente paso lógico hubiese sido dejar de ser autónomo y reintegrarme al mundo laboral, como trabajador por cuenta ajena. Pero no, en plena negociación para clausurar mi anterior proyecto ’empresarial’, de mi alma salió -tal como lo sentí- una respuesta a una afirmación dolorosamente fría: “Por encima de mi empresa, está mi familia”.
Me hizo pensar durante varios días…
Igual que me importa mi familia, estoy seguro que yo les importo a ellos. Mi caída, seguramente, no les agradará, pero no puedo decepcionarlos sin volver a intentarlo. Y así fue, en febrero de 2013, más por los que me rodean que por mí, me levanté. Herido en el ego, despojado de mi proyecto, qué mejor renacer que bajo mi propio nombre. Yonedev estaba en el aire.
Fue gratificante comprobar cómo, las siguientes semanas, iban llegando correos electrónicos y llamadas de mis antiguos clientes. Querían seguir contando con mis servicios de desarrollo de software. No tuve que invertir recursos en publicidad, más que mi sitio web. Trabajo no me faltó, cuando no era un proyecto de mi cartera de clientes, era un nuevo proyecto referenciado por algún cliente satisfecho. Y así llevo cinco años.
Por el camino he contado con equipos de trabajo para diversos proyectos. Equipos en los que, normalmente, ocupo el puesto de jefe de desarrollo o, en otros casos, como promotor del proyecto. Con estas personas tienes momentos de todo tipo, no hay que olvidar que hay objetivos que cumplir, pero siempre intento que seamos un grupo de amig@s que persigue un fin común. Creo que, en la mayoría de casos, lo he conseguido y los objetivos se cumplían. A día de hoy, tengo con todos una buena relación de amistad, sin excepción.
Espero que lleguen otros cinco años más, manteniendo las reglas que curtí en la etapa preYonedev:
- El dinero es el resultado colateral de un gran trabajo, pero no es el fin.
- El tiempo y esfuerzo te pondrá en tu lugar. -No siempre, pero por lo menos inténtalo-.
- No hacer daño a otras personas.
- Una persona que aparenta ser buena, no tiene por qué ser buena. Una persona que aparenta ser mala, no tiene por qué ser mala.
Y, para concluir, la foto que cerró una era y abrió otra; la era Yonedev.